domingo, 18 de mayo de 2025

Bolivia y el "teatro de operaciones" revolucionarias

La División del MAS en Bolivia y el Panorama Electoral 2025: Un Análisis Crítico


Por Gustavo Paredes (Integrante de la UBP Chile)

La gran marcha hacia La Paz del movimiento campesino y popular, el pasado 15 y 16 de mayo, para exigir la inscripción democrática del candidato Evo Morales Aima y los intentos por parte del gobierno de frenar con represión la movilización, marca definitivamente el fraccionamiento del movimiento popular boliviano.

La Fractura del Partido Hegemónico

El Movimiento al Socialismo (MAS), que dominó la política boliviana durante casi dos décadas, enfrenta su crisis más profunda desde su fundación. Lo que comenzó como tensiones entre el expresidente Evo Morales y su sucesor Luis Arce se ha convertido en una fractura irreparable que redefine el panorama político boliviano a menos de tres meses de las elecciones presidenciales del 17 de agosto de 2025. Este análisis examina:

1. Las causas y manifestaciones de la división dentro del MAS

2. Las estrategias políticas de Arce y Evo Morales

3. La reconfiguración del espectro político entre izquierda y derecha

4. Los probables escenarios electorales y sus implicaciones


I. La División del MAS: De la Unidad a la Guerra Fratricida


El Movimiento Al Socialismo (MAS), que gobernó Bolivia ininterrumpidamente desde 2006 hasta 2019 y retornó en 2020, ha experimentado una división progresiva que hoy se manifiesta en tres facciones irreconciliables:

a) Los evistas: Leales a Evo Morales, concentrados en el Chapare cochabambino y sectores campesinos. Morales, inhabilitado producto de las reformas constitucionales efectuadas en el gobierno de Arce, para postularse (por el límite de dos mandatos), insiste en ser candidato mediante un partido "prestado" . Su base se mantiene firme, orgánicamente activa pero reducida geográficamente.

b) Los arcistas: Seguidores del presidente Luis Arce, quien controla el aparato estatal pero ha visto desplomarse su popularidad (1% en encuestas) debido a la crisis económica . Arce inicialmente buscó la reelección pero declinó el 13 de mayo de 2025, llamando a la unidad de la izquierda .

c) Los androniquistas: Agrupados alrededor del presidente del Senado Andrónico Rodríguez, ex-aliado de Morales y ahora candidato independiente que busca capitalizar el descontento con ambos líderes.

Las tres posturas, definidas como de izquierda y "continuadoras" de la revolución boliviana propugnaba originalmente por el Movimiento al Socialismo, mantiene los siguientes puntos críticos que acentúan la división:

- El Control del partido: Morales fue desplazado de la dirección del MAS en noviembre 2024 por Grover García, aliado de Arce...

- La disputa ministerial: Morales exigía la renuncia de figuras como Eduardo Del Castillo (ahora candidato oficialista presidencial del MAS) 

- Y la ruptura sindical: La Csutcb (central campesina) se dividió en dos facciones antagónicas pro-Arce y pro-Morales.


II. Estrategias Políticas en Conflicto


El Gobierno de Arce, surgido posteriormente al golpe de estado que derrocó al candidato del MAS a la Reelección Evo Morales, ganador de las elecciones que posteriormente fueron declaradas como "fraude" por la oposición derechista y por Almagro, cuando el gobierno del mismo Morales pidió y permitió a la OEA, pronunciarse por la legalidad de la elección, fue virando hacia el centro político durante el actual gobierno, el que desarrolló la siguiente estrategia electoral:

- Estrategia inicial: Mantener el control del Estado y del MAS mediante aparatos jurídicos y electorales. 

- Cambio de rumbo: Al ver su impopularidad, Arce renunció a su candidatura y propuso un frente unido de izquierda "progresista", buscando evitar una derrota electoral que beneficie a la derecha.

- Discurso: Enfatiza la defensa del "Proceso de Cambio" y alerta sobre un retorno de la "derecha neoliberal".


En cambio, Evo Morales que regresó al país después de su exilio, denunciando los planes del imperialismo y la derecha boliviana para terminar con la revolución indígena, sumado a la renuncia del oficialismo para seguir avanzando hacia posiciones más revolucionarias y de confrontación a la hegemonía norteamericana en la región, desarrolló un proceso político con las siguientes fases:

- Persistencia electoral: A pesar de su inhabilitación legal (vía reforma constitucional), insiste en postular a la presidencia  como candidato del pueblo, movilizando bases sociales mediante protestas y marchas. 

- Narrativa: Acusa a Arce de traicionar los ideales originales del MAS y aliarse con la derecha boliviana.

- Base social: Mantiene apoyo en federaciones cocaleras y algunas organizaciones indígenas, aunque más reducido que en su apogeo de los años iniciales de gobierno y la Revolución.


Por último, Andrónico Rodríguez desde el oficialismo, se posicionó lentamente en las esferas de gobierno, creando una base política "alternativa" en torno a:

- El posicionamiento interno: Busca presentarse como alternativa de izquierda renovada dentro del campo popular, distanciándose tanto de Evo Morales como de Luis Arce. 

- Asumir el desafío: Necesita consolidar una base electoral propia y encontrar un partido que lo auspicie.


III. La Derecha Boliviana: Oportunidad en la Crisis


La fragmentación del MAS ha revitalizado a una derecha que parecía marginalizada, que dividida en facciones locales como la cruceña, propugnaba propuestas disimiles que a pesar del control de sus medios comunicativos empresariales, no lograban articular opciones atractivas para las mayorías bolivianas. La derecha boliviana ha combinado vías institucionales (elecciones, judicialización) con tácticas de confrontación (protestas, medios). Sin embargo, su principal desafío sigue siendo la unidad y ofrecer un proyecto creíble. El MAS, pese a sus crisis, mantiene base social, lo que hace incierto el éxito opositor en 2025:


Principales actores:

- Manfred Reyes Villa (APB Súmate): Lidera encuestas con 19% de intención de voto 

- Chi Hyun Chung (MNR): Candidato conservador con fuerte discurso religioso (18% en encuestas) 

- Samuel Doria Medina (UN) y Jorge Quiroga (FRI): Figuras tradicionales con 12% y 11% respectivamente 

Ventajas comparativas:

- Unidad relativa: Han logrado cierta coordinación contra el MAS, aunque sin candidato único 

- Contexto favorable: Crisis económica (inflación del 15%, escasez de dólares) y desgaste del oficialismo 

- Fragmentación izquierdista: El voto anti-MAS no se divide tanto como el oficialista 

Debilidades:

- Falta de programa coherente: Más unidos por el anti-masismo que por propuestas concretas.

- Historia conflictiva: Algunos líderes se encuentran asociados a episodios políticos polémicos previos. 


IV. Escenarios Electorales: Tesis sobre los Probables Resultados


Hipótesis principal de acuerdo a la coyuntura política actual:

- Las elecciones de 2025 marcarán el fin del ciclo hegemónico del MAS, con alta probabilidad de victoria de un candidato de centroderecha, aunque en un escenario de gran fragmentación que podría llevar a segunda vuelta por primera vez en la historia democrática reciente de Bolivia.

Argumentos que deben considerarse para contrastar la hipotesis principal:

1. Matemática electoral: La suma de votos de las tres facciones masistas (Arce, Morales, Rodríguez) difícilmente alcanzaría el 30%, muy lejos del 50% necesario para evitar segunda vuelta.

2. Crisis económica: El deterioro de reservas internacionales bolivianas, la inflación y desabastecimiento han erosionado la principal ventaja histórica del MAS: su gestión económica.

3. Fatiga política: 17 años de dominio masista han generado desgaste, especialmente en áreas urbanas.

4. Efecto "voto útil": En segunda vuelta, los votantes anti-MAS probablemente se unirían detrás del candidato opositor mejor posicionado.


Escenarios posibles:


a) Victoria derechista en primera vuelta (40-45%): Si un candidato como Reyes Villa logra capitalizar el descontento y la fragmentación izquierdista es extrema.

b) Segunda vuelta con triunfo opositor: El escenario más probable según los analistas occidentales, donde el candidato oficialista (probablemente Rodríguez) sería derrotado en balotaje .

c) Sorpresa evista: Improbable para los analistas indicados, pero no imposible si Evo Morales logra reagrupar el voto duro indígena-campesino y la derecha se divide excesivamente.


Factores salvajes:

- Posible inhabilitación última de Morales por vía judicial.

- Reacción de las bases masistas ante una derrota inminente.

- Papel de las Fuerzas Armadas tras el intento de golpe de junio 2024, reforzado por recursos destinados a la división interna castrense, con intento de salida militarista a la crisis. 


Fin de un Ciclo, Inicio de Otro nuevo.

Las elecciones de 2025 probablemente marcarán un punto de inflexión en la política boliviana. El MAS, que supo articular las demandas indígenas y populares como ningún otro partido, sucumbió a sus contradicciones internas, al personalismo y a la incapacidad de renovarse. La derecha, aunque fragmentada, llega fortalecida a estos comicios, pero enfrenta el desafío de gobernar un país profundamente transformado por el "proceso de cambios". Bolivia se encamina hacia un nuevo ciclo político, pero su rumbo final dependerá de la capacidad de las fuerzas emergentes para ofrecer soluciones a una ciudadanía, hastiada últimamente, de crisis y confrontación política interna.

Finalmente, para que la izquierda boliviana pueda recuperar el control del gobierno, debe considerar una estrategia integral que combine la movilización social, la renovación política y una propuesta clara que responda a las demandas actuales del pueblo. Aquí hay algunas acciones claves, a la hora de considerar acciones para salir de la crisis interna:

Partir buscando la Unidad y Reorganización Interna, evitando las divisiones y consolidar una alianza amplia entre movimientos sociales, sindicatos, partidos progresistas y movimientos indígenas, junto con renovar los liderazgos, incorporando nuevas figuras con carisma como la de Evo, con legitimidad y conexión con las bases. Debe abocarse a la tarea de recuperar la Confianza Popular reconociendo sus errores pasados (actos de corrupción, rasgos autoritarios como los actuales del gobierno masista, distanciamiento de las bases sociales) y recuperar el discurso de lucha contra la desigualdad y la defensa de la soberanía, sin caer en polarizaciones estériles, junto con proponer mecanismos transparentes de acción gubernativa y rendición de cuentas.

Es necesaria una re-conexión con las Demandas Actuales, presentando soluciones concretas a problemas urgentes: crisis económica, desempleo, inseguridad y acceso a servicios básicos; incluir temas emergentes para la juventud, derechos digitales y el medio ambiente (sin abandonar la defensa de los recursos naturales y la soberanía).  

Como lo ha venido haciendo "Evo es Pueblo", se debe retomar la movilización con la Base Social y rearticular el vínculo con organizaciones sociales urbanas y rurales, hoy fragmentadas... recuperando la calle con propuestas de lucha, pero evitando el confrontación violenta.  

Debe construir una Estrategia Electoral y Comunicación con una narrativa clara, que diferencie a la izquierda de la derecha y la centroderecha, sin caer en discursos anacrónicos; usar redes sociales y medios alternativos para llegar a jóvenes y sectores urbanos.  

La Defensa Democrática del proceso político actual requiere denunciar cualquier intento de retroceso en derechos sociales o represión, pero sin adoptar posturas que alienen a sectores moderados; en suma, la izquierda debe reinventarse sin perder sus principios transformadores, combinando la experiencia de las luchas históricas con una mirada fresca hacia el futuro. Solo así podrá volver a ser una alternativa real para Bolivia.