jueves, 22 de diciembre de 2011

Sonambulos durante veinte años


La columna del señor Lagos Weber en El Mostrador

de Ricardo Candia Cares,

De facedbook, el jueves, 22 de diciembre de 2011 a la(s) 12:42

La ciudadanía ha dado muestra de detestar a personajes como Lagos, que a la hora nona, al borde del precipicio, cuando ya los números no lo auxilian y la gente les perdió el respeto y el miedo, cuando inventan marullos y malabares para salir del fondo del pozo, se dan cuenta que es necesario soñar un país distinto. (http://www.elmostrador.cl/opinion/2011/12/22/primera-prioridad-tener-un-proyecto-colectivo/)

Se olvidan que estuvieron sonámbulos durante veinte años.

Muchas personas sí hemos suscrito la idea de soñar un país distinto porque la Concertación, en cada uno de sus cuatro periodos demostró que el que construyó no era el país que se prometió una vez ternada la dictadura. Ni el que merece su pueblo.

No hubo alegría, por lo menos para la gran mayoría de los chilenos. Si lo hubo para esa minoría que se tomó el gobierno y el Estado.

La Concertación lo tuvo todo para hacer lo que Lagos llama un Programa Avanzado de Gobierno: legitimidad, mayorías, y, por sobre todo, un país tranquilo, si movilizaciones, ni desorden social.

Pero pudo más el abandono de las ideas y propuestas que al comienzo suscribieron y respecto de las cuales se comprometieron. A poco andar, la Concertación se transformó en otro brazo de un modelo que concluyó en un país de los más desiguales del planeta.

Alude a la alta adscripción que tiene la ex presidenta Bachelet en las encuestas. ¿Por qué no dice que esas marcas tiene mucha relación con la ausencia y silencio de la ex presidenta? De haber permanecido en el país y, emplazada por los estudiantes a decir su opinión, ¿esos números serían los mismos?

Como se ha visto, los otros ex presidentes han mantenido la boca cerrada y, a lo sumo, han llegado a la desfachatez de adjudicarse las movilizaciones como un logros propio.

Resulta curiosa, extemporánea e irritante la preocupación que manifiesta Lagos por las reformas educacionales y tributarias. Si fueron ellos mismos quienes crearon todo lo que hay y que hoy se pone en cuestión por la una gran mayoría..!!!

¿O acaso habría que recordarle la génesis de la actual LGE y las manos tomadas y las lágrimas de alegría que se vieron cuando se selló el acuerdo con la derecha?

Durante muchos años los propios estudiantes y muchos gremios le hicieron ver a los sucesivos gobiernos de la Concertación la necesidad de abordar la crisis que enfrentaba la educación pública. Nunca fueron escuchados.

Hoy resulta de un oportunismo gigantesco asumir esas demandas. Esa conducta aporta al desprestigio que hoy sufren y que los hace ser tan despreciados por la gente. Es cosa de ver qué dicen las encuestas respecto de la Concertación.

Las prácticas que han terminando siendo habituales en la política, ha venido conformando una cultura vergonzosa.

En efecto, en Chile es muy necesario desterrar las prácticas corroídas y corrosivas que han campeado durante los últimos 38 años. Nepotismo, acomodos, colusiones, negociados, clientelismo, corrupción, prepotencia, abusos, despilfarros y muchas otras expresiones de lo que emana del sistema, deben ser eliminadas de la sociedad.

Para el efecto, es necesario un cambio en las instituciones del Estado, una renovación en la política, persecución y destierro de las prácticas torcidas, y una gran ofensiva democrática que permita la entrada de un aire limpio y nuevo al país.

La Concertación y todos sus dirigentes deberían hacer una monumental autocrítica y abandonar ese engreimiento que de tarde en tarde dejan ver ex presidentes, ex ministros, senadores, diputados, alcaldes y dirigentes.

Un gesto patriótico sería que dieran varios pasos al costado.

Y otro, en el que por fin pidieran perdón por los maltratados en veinte años de prepotencia, a los postergados en especial a los viejos que quedaron a merced de un sistema que los abandonó a la pobreza con sus pensiones miserables; a los estudiantes universitarios que por medio de las políticas impuestas les ha significado endeudarse media vida, muchas veces por una carrera que no tiene sentido en el Chile de hoy; a los pobladores pobres relegados a guetos en la periferia de las ciudades; a los estafados por un sistema comercial desbocado y sin control; a los pobladores que sufren esa estafa llamada Transantiago; a los Estudiantes de la Enseñanza media que durante estos veinte años han visto como disminuye la calidad de sus colegios en los cuales se reproduce la gigantesca brecha entre ricos y pobres; a los mapuches perseguidos con saña, maltratados, torturados, asesinados; a los profesores a los que nuca quisieron resolver deudas por todos reconocidas, en fin, a todos los que cuatro presidentes y decenas de ministros y una infinidad de políticos miraron con desdén durante este largo y desastroso quinto de siglo.

martes, 13 de diciembre de 2011

Reforma o Revolución


Por Gustavo Paredes

Redes sociales red de prensa popular

Con la porfiada y larga lucha que los estudiantes de nuestro país han dado en este año que ya termina, se han tocado temas sociales y políticos en contradicción, que se venían ocultando desde hace décadas, por una denominada política de los consensos, usada para la mal llamada “transición democrática” que mantuvo a una gran parte de la sociedad marginada de las decisiones políticas y económicas, al no tener representación parlamentaria ni opinión pública en los medios de comunicación de masas.

Estos temas, que a la fecha aún se mantienen sin resolver y que el sector dominante los rigidiza como un todo incuestionable, por su condición de temas ideológicos fundamentales para la mantención de su estructura de poder, son los que justamente tienen que ver con la democracia y la participación ciudadana… tienen que ver con la Ley fundamental del estado de derecho; la ilegitima (por su concepción unilateral y espuria aprobación plebiscitaria sin garantías democráticas) Constitución de 1980, reformada en pequeños artículos que no afectan en nada al andamiaje de control dictatorial denominado como sistema binominal, impuesto sin la participación popular.

Y justamente esos temas que tienen que ver con el poder, con la participación, con la representación democrática y con el modelo económico, son los temas ideológicos que entran en disputa entre las diferentes capas sociales y reaparecen con sus contradicciones que se encuentran presentes en la sociedad y deben resolverse de la única manera posible… por medio de un cambio de modelo, o de sistema, un nuevo paradigma que de paso a un nuevo pacto social. Nuevamente se habla de Poder Económico Empresarial versus Poder Popular, o Reforma Constitucional versus Asamblea Constituyente… o también, la confrontación de siempre en la izquierda política… reforma versus revolución.

Desde el florecimiento del marxismo en Europa, la discusión en el seno de la clase obrera y sus organizaciones políticas de cual estrategia usar y cuando aplicarla, que pasos tácticos deben darse y como es la forma de cambiar el capitalismo por un nuevo sistema; discusión que ha marcado, la división en las clases explotadas frente a la disyuntiva de llevar a cabo la toma del poder, en dos visiones distintas: Una por la vía pacífica de las reformas, o dos; con una revolución por medios violentos.

La discusión se dio en Europa con el inicio de los partidos socialistas obreros, y posteriormente con la segunda y tercera internacional… que determinaron al socialismo utópico y al socialismo científico, marcando precedentes determinantes en las revoluciones soviética y china, que indistintamente mostraron una división ideológica táctica en el mundo comunista de los socialismos reales y en la naciente “clase media”, con el posterior nacimiento del humanismo cristiano como tercera vía… una alternativa capitalista post segunda guerra mundial.

En tanto en América, la expresión de las corrientes marxistas sobre reforma o revolución se dio ideológicamente en el seno intelectual del pueblo latinoamericano, en plena guerra fría, marcando tendencia hasta hoy, con la experiencia cubana por un lado y la alternativa reformista de la Unidad Popular chilena por otro… siendo derrotada esta última por medio de un golpe militar reaccionario. Aunque tampoco puede ser taxativo el carácter de la formas revolucionarias anteriores, en cuanto a las experiencias posteriores latinoamericanas; tanto de la Revolución Sandinista que toma el poder por las armas y lo pierde en las urnas, así como en la alternativa socialista bolivariana de Venezuela, que accede al poder por la vía reformista y lo mantiene de esa manera con la denominada “democracia en revolución,” son formas estratégicas que deben ser analizadas profundamente.

Lo cierto es que la discusión de la táctica y estrategia a seguir, se mantiene en los análisis particulares de la intelectualidad identificada con la izquierda en cada país, siendo predominante en la actualidad la opción reformista socialdemócrata, con marcados componentes ideológicos de la tercera vía para evitar la agudización de la confrontación, integrándose a la centro derecha y manteniendo los conflictos en “baja intensidad” de acuerdo a los dictados de la supremacía unipolar capitalista que mantiene el poder global… esperando que el sistema cambie o solamente mejore por la fuerza de las nuevas condiciones económicas y del desarrollo científico técnico postmoderno. El hecho concreto es que " jamás en este sistema va a renunciar al lucro o a la ganancia. Su estructura, organismos y cultores, dueños y administradores, necesitan de esa sensación de poder para vivir y reproducirse. Resulta extraño pensar en un rico que abandone el lucro, un magnate que quiera repartir sus riquezas o un poderoso que se cure de los incontrolables deseos por acopiar más y más. “ También resulta inconcebible que de vez en cuando, el populacho, intente imponer una lógica distinta, así sea que ganen transitoriamente el gobierno o marchen centenares de miles por las calles.”

Entonces, en los grupos y segmentos populares que se han re-encantado con la “heroica y justa demanda” estudiantil chilena, que no solo plantea reforma educacional, sino también constitucional, y las demandas de “las mayorías silenciosas”, los indignados, de los ecologistas, de las minorías o por la diversidad sexual, defensores de los animales y demases… deben optar por la reforma o la revolución… como método de lucha.

A grandes rasgos, la reforma implica una estrategia a largo plazo, con tácticas de negociación de acuerdo a las aéreas de interés… y la negociación implica transar ideas generales en pos de avanzar a un estado superior… como indicara Lenin la mejor manera de negociar es dar dos pasos hacia adelante y un paso hacia atrás. Además hay que desarrollar una lucha ideológica efectiva, que gane sectores populares amplios… que sirvan como base representativa y que sean capaces de ejercer presión social de acuerdo a las condiciones objetivas del periodo… y en periodos de crisis reconocidas por el adversario.

Pero la reforma y la negociación, también ofrece el entrabamiento y la oposición manifiesta y reaccionaria de las clases dominantes. Implica la mantención del estatus quo, la rigidez ideológica en las áreas de poder fundamentales de la superestructura de dominación… además necesita de la aceptación a negociar y el reconocimiento posterior del adversario. En suma, se puede estar indefinidamente a la espera que las reformas modifiquen el sistema y lo cambien por uno nuevo… que siempre, “guardará lo mejor del anterior”.

La revolución en cambio, implica ruptura efectiva… condición determinante que induce a vastos sectores poblacionales, “proletarios y campesinos, permeabilizados por la dominación ideológica que plantea la paz de la opresión del estado burgués,” a no sumarse a la violencia revolucionaria… dejando a un pequeño grupo de vanguardia, en condiciones de desventaja logística, que está obligado a desarrollar, además de la lucha militar, una efectiva lucha ideológica… y por medio de un buen trabajo político llevar a efecto su propuesta, para demostrar que es viable, logrando de esa manera convencer y aglutinar a los sectores más golpeados por el modelo y el sistema.

A pesar que la revolución pareciera ser, una opción estratégica de corto plazo, es relativamente dependiente de un período de crisis en proceso, que debe agudizar la contradicción de clases y permeabilizar las estructuras de poder y de consenso social, que puede mantener los objetivos tácticos en medio de avances y retrocesos, adaptando de acuerdo a las condiciones del periodo, la estrategia a largo plazo.

La contradicción y confrontación de clase que permite hacer la revolución, no siempre es exclusivamente entre dominantes y dominados, sino también y necesariamente en el seno de la clase dominante… con una intelectualidad que opta en su momento contra su clase, motivado por un altruismo humanista… La historia ha demostrado que, las revoluciones que se han llevado a efecto, generalmente han estado lideradas por la intelectualidad de las capas medias y altas, que asumen la lucha contra la comodidad y las regalías de su clase.

Así también, la contradicción social se da en la clase dominada que toma partido por el opresor… los más pobres que nada tienen que perder y mucho que ganar con la revolución popular, se dejan llevar por la mentira y el maquiavelismo reaccionario, poniéndose abiertamente contra su clase y en contra de la revolución redentora de sus males.

Así y todo, tal y como el materialismo histórico marxista lo indica, el mundo y las sociedades van cambiando de acuerdo a las condiciones económicas de los distintos grupos sociales que se encuentran en constante movilidad social por medio de reformas y, cuando un grupo toma consciencia de su condición de oprimido y logra hegemonizar a un grupo mayoritario de la sociedad, incluyendo algunos de los mismos dominantes, y se decide a tomar el poder como única solución para modificar su situación de marginalidad sistémica… entonces, cuando la crisis social agudiza la contradicción; la única solución, es hacer la revolución.

jueves, 1 de diciembre de 2011

con respecto a los pueblos árabes

Otro mundo es posible, pero es necesario construirlo y la guerra puede evitarnos la felicidad de hacerlo

Colaboración de Patricio Fuentes Gomez, el Sábado, 26 de noviembre de 2011, 22:16

Por Carlos Maldonado

Igual que como pasa en occidente con respecto a los pueblos árabes, los cuales son equiparados a terroristas, similar percepción se tiene cuando se habla de la “primavera árabe”. Se cree que todas sus revoluciones son nacidas del clamor popular. Sin embargo, como suelo recalcar, no hay que ver las cosas en blanco y negro, ni mucho menos. Algunos movimientos de éstos por supuesto que sí como es el caso de Túnez y el de Egipto ayer y hoy; otros, sin embargo, son fraguados, armados y guiados por potencias imperialistas, tal fue el caso de la destrozada Libia y, el de Siria hoy. Y, como lo está siendo ya planificado el que están levantando contra Irán. Empero, hay que tener en cuenta algunos aspectos para no confundirse y pasar tabla rasa sobre todos.

Por ejemplo, los que se han levantado por contradicciones internas contra sus gobiernos no tienen el favor de la plana mediática imperial, las cuales tampoco hablan de “miles de muertos”. Si bien, no queda a éstas más que transmitir las multitudinarias manifestaciones, tienen que emitir, obligadamente, la represión de las fuerzas de seguridad, entre policía y ejército, contra los manifestantes que en esa realidad si están desarmados.

Por otro lado, a pesar de esas represiones los organismos supranacionales no se apresuran a condenar al gobierno contra los cuales se levantan dichas rebeliones. Hay un mutis sospechoso. Mientras tanto, en relación a gobiernos que no han sido genuflexos a Washington, misteriosamente, el germen de la rebelión se genera oficiosamente en zonas fronterizas con otros países. Así lo fue con Libia cuya oposición asentó su baluarte en Bengazi, ciudad fronteriza con Egipto y lo es hoy con Siria, con su ciudad rebelde Homs, fronteriza con Turquía. A través de dichas fronteras las potencias y sus secuaces han socorrido a los “rebeldes” con armas sofisticadas y modernas. Asimismo, han creado una “cabeza de playa” donde han formado los famosos gobiernos de transición a cuyos miembros se les facilitan todos los recursos para que puedan viajar y presentarse en foros públicos y ante los gobiernos de las naciones interesadas cuyos líderes los “reconocen” sin tanto preámbulo. Así lo hicieron con el CNT libio, así lo están haciendo con el Consejo Transitorio sirio.

Por otro lado, esos “rebeldes”, quienes están fuertemente armados y por lo mismo, en capacidad de enfrentarse de igual a igual con las fuerzas gubernamentales, son mostrados al mundo por raras, emergentes y hasta hace poco desconocidas, organizaciones de Derechos Humanos cuyas sedes se ubican fuera del país desestabilizado, casualmente en países que los apoyan como Londres o en Turquía, como “manifestantes pacíficos y desarmados”, cuyas expresiones, a pesar de no tener una cobertura plena por parte de la plana mediática imperial, sino a través de imágenes de teléfonos móviles lo que no permite corroborar la fuente ni mucho menos su veracidad, en los informes de las agencias noticiosas son tomadas como genuinas lo que hace dudar de la responsabilidad y el profesionalismo de éstas. No es sino cuando agencias independientes de noticias que pueden llegar a los lugares y corroborar las notas es que las grandes lo hacen también, desdiciendo sus informes iniciales. No obstante, el daño está hecho. Han sumado masa crítica a sus mentiras e inclinado a la opinión pública mundial para que avale un ataque extranjero que termine con los “excesos de la tiranía”. Así sucedió con Libia, así está sucediendo con Siria.

Asimismo, en apoyo a esos oscuros movimientos, los órganos supranacionales se mueven con una celeridad inexplicable lo que los lleva a condenar apresuradamente, en un refrito que se cocina por las potencias en los foros internacionales, a los gobiernos legítimos a quienes quieren derrocar, abriéndose con ello la puerta a las presuntas agresiones extranjeras que en vez de contener el drama de los pueblos afectados directamente, lleva a su destrucción, el desmembramiento de sus territorios y la conquista de sus recursos naturales y energéticos por parte de las potencias capitalistas y de otros países del área que participan en la carnicería y el pillaje para agenciarse algunas migas del botín, como lo fue en su momento, con respecto a Libia, Qatar y Kuwait. Hoy en Siria, Turquía, como su vecino, cuyo premier, Tayyip Erdogan, pide cuentas a Bashar Al Assad cuando su gobierno hace lo suyo contra el Partido de los Trabajadores del PKK en el área kurda, sin reprimenda alguna por parte de la ONU ni el Consejo de Seguridad. Y, por su lado, los facinerosos de la Liga Árabe cuyo cascarón solo sirve a los intereses de occidente en contra de los pueblos del área, a la cabeza de la cual Arabia Saudita, una de las monarquías más represoras, atrasadas en el cumplimiento de los Derechos Humanos y más derrochadoras y nefastas de la región, negadora de toda enseñanza coránica, es la que sirve de caballo de Troya para sus semejantes.

Afortunadamente para Siria hoy y para Irán mañana, el libreto libio ya no funcionó de la misma manera. Rusia y China, no por razones humanistas sino por cuestiones de seguridad nacional y regional para cada una de ellas, se oponen frontalmente a dichas iniciativas imperiales. No obstante, es cuestión de tiempo para que las potencias occidentales encuentren el pretexto ideal para atacar a dichas naciones militarmente, no para defender a sus poblaciones de sus gobiernos como lo propalan a los cuatro vientos, sino por la desesperación que les ha ocasionado la crisis económica que pasa por lo energético y que no han podido neutralizar aún. Por tanto, urgen de recursos frescos e inmediatos, así como ubicar sus fuerzas militares en zonas estratégicas que les permitan acceder en el futuro a otras fuentes energéticas. Y, cuando hablo de ese futuro, estoy pensando en los territorios de Rusia y, especialmente, China continental no solo por su vastedad y riqueza sino por ser, según la tendencia de su producción, a ocupar el puesto que hasta hoy ha ostentado Estados Unidos. Y, por supuesto, Latinoamérica, cuyos recursos están más a la mano de la cabeza del Imperio sino también, por ser una zona donde se ha levantado un movimiento que ya no está dispuesto a volver a ser controlado por la Casa Blanca.

Por tanto, ante tan abrumadoras expectativas, es urgente y necesario que los países que desean la paz regional y mundial para poder producir, comerciar y vivir en tranquilidad, se unan para hacer un frente común contra las intenciones imperialistas de los yanquis y sus secuaces europeos, cuyo negocio más lucrativo hoy en día es la piratería con su consiguiente cuota guerrera.

Las señales de que el viejo continente está avanzando rápidamente hacia el fascismo de nuevo, son muy claras. La entrega de Grecia e Italia a gobiernos tecnócratas que escuchan solamente a la oligarquía mundial y sus banqueros y que tienen la orden de hacer que el déficit provocados por ellos mismos, lo paguen sus pueblos, es un signo diáfano de que la democracia ha sido borrada de un plumazo de dichos escenarios pues los gobiernos impuestos no fueron electos popularmente. En España, el Partido Popular heredero del franquismo acaba de ganar las elecciones lo cual prevé un recrudecimiento de la represión y la proscripción contra los movimientos libertarios que de allí emanaron como el del 15M de los indignados. En Francia es muy probable que Marie Le Pen, representante de la extrema derecha, gane el gobierno en el país galo, con sus consabidas políticas xenófobas y antiemigrantes; mientras los tories en Inglaterra, se ubiquen en la conducción de su gobierno imprimiéndole un cariz más colonialista aún al otrora imperio cuyas ínfulas no ha perdido, lo que degeneraría en una apoyo incondicional a las correrías imperiales futuras.

Importante es recordar que las dos guerras mundiales anteriores se gestaron a raíz de crisis económicas y los tufos imperialistas de las naciones de aquellas épocas y que, en el entramado mundial, no han variado mucho. Peligroso entonces que de nuevo las cosas se diriman bajo similares circunstancias donde las armas actuales son miles de veces más letales que sus antecesoras. El mundo sería acarreado a una hecatombe de magnitudes impredecibles de difícil recuperación.

La izquierda, que ha permanecido invisibilizada, fracturada y atrasada en su propuesta y aporte teórico debe salir del claustro donde ha sido relegada por los acontecimientos y recuperar ese papel heroico que a raíz de los aportes científicos del marxismo tuvo. Este mundo necesita de sus pensadores y poetas para salir de su crisis, no solo económica y energética, sino humanística para poder sobrevivir y dejar atrás el oscurantismo, al que la caducidad del capitalismo, nos ha llevado. Otro mundo es posible pero es urgente construirlo en nuestra cotidianidad cada uno de sus habitantes con miras a una relación igualitaria y de respeto mutuo. De lo contrario, la barbarie prevalecerá, incluso, la extinción.

cmaldonado@infom.org.gt